“Y saliendo Él para continuar su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de Él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios” Marcos 10:17-18
Alguien se dirige a Jesús y lo llama “maestro bueno” lo cual lleva a Jesús a responder: “¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios”.
¿Estaba Jesús negando su divinidad al responder así? No, ¿Jesús no es bueno? Sí, creo que estaba tratando de lograr que la persona se detuviera y pensara lo que estaba diciendo.
El pasaje paralelo en Mateo 19:17 es más amplio y no presenta a Jesús disminuyendo su deidad de ningún modo. Creo que lo que está diciendo es “Espera un minuto; ¿por qué me llamas bueno? ¿Es solo por educación al igual que dices ‘buen día’? ¿Qué quieres decir con ‘bueno’? Me llamas maestro bueno, ¿acaso será porque quieres quedar bien conmigo?”. En un sentido fundamental solo hay uno bueno y ese es Dios.
Sin embargo Jesús no está diciendo en forma implícita, “Así que no me llames de ese modo”. Está diciendo: “¿Realmente entiendes lo que estás diciendo cuando me llamas así? ¿Realmente me estás atribuyendo lo que solo se debe atribuir a Dios?”
Esto podría desmenuzarse así: “En verdad soy lo que dices; hablas mejor de lo que conoces” o “No te atrevas a llamarme así la próxima vez llámame ‘Jesús pecador’ como todo el mundo”.
Según todo lo que Jesús dijo e hizo, ¿de qué forma le parece mejor interpretarlo?
Con tantos versículos que llaman a Jesús“sin pecado”, “santo”, “justo”, “inocente”, “sin mancha” y “apartado de los pecadores”, la respuesta es bastante evidente.
Adaptada del libro de Lee Strobel – El caso de Cristo