📌“Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Sin embargo, tengo esto contra ti, que has dejado tu primer amor.” Apocalipsis 2:2-4
Dentro de las cartas a las siete iglesias se encuentra la carta a la iglesia de Éfeso, Éfeso era conocido a nivel mundial por ser el centro religioso, cultural y económico de la región, fue conocida como puerta de entrada a todo Asia.
Éfeso tenía el notable templo de Diana para los griegos o Artemisa para los romanos, quien era una diosa de la fertilidad, adorada con sexo inmoral. Este templo era considerado como una de las siete maravillas del mundo antiguo. Pablo ministró allí durante tres años (Hechos 20:31).
En esta carta, Cristo elogia a la iglesia de Éfeso por su (1) arduo trabajo, (2) paciencia, (3) resistencia al pecado, (4) examen cuidadoso de los falsos apóstoles y (5) sufrimiento paciente y sin claudicación, resistir al pecado no era fácil en una ciudad caracterizada por sus prácticas sexuales inmorales asociadas con la adoración a la diosa Diana, sin duda alguna que este tipo de iglesias debería ser un modelo para las iglesias de nuestros tiempos.
Pero Cristo acusa a esta iglesia de haber dejado su primer amor, no conservaron ese fuerte y ardiente afecto por Dios y las cosas sagradas que tenían cuando llegaron por primera vez al conocimiento de la verdad y fueron justificados por la fe en Cristo, la pasión y el fervor de los efesios hacia Cristo habían sido reemplazados por una ortodoxia fría y mecánica, se habían esforzado sólo por mantener las enseñanzas correctas y la buena moral, su pureza doctrinal y moral, su celo inquebrantable por la verdad y su servicio disciplinado no eran sustituto para el amor a Cristo que habían descuidado. La sana doctrina y la perseverancia sin amor son insuficientes, estos buenos esfuerzos deben surgir de nuestro amor a Jesucristo y el amor de los unos por los otros es una prueba auténtica del evangelio (Juan 13:34; 1Juan 3:18, 1Juan 3:19) muchas veces podemos levantar una estructura de rigidez que debilite el amor.
Entonces, lo que el Señor realmente anhelaba no eran tanto las obras, sino solo una relación amorosa personal, ser cristiano consiste en amar al Señor Jesucristo (Juan 14:21; Juan 14:23; 1Corintios 16:22)
En los primeros pasos de su vida cristiana, pudo haber sentido entusiasmo sin conocimiento. ¿Tiene ahora conocimiento sin entusiasmo? Ambos son necesarios si hemos de mantener el amor a Dios de forma intensa y sin mancha
Es posible que ahora exista una diferencia definitiva en su relación con Jesús. Las cosas no son como solían ser. No es que debiéramos de esperar la misma emoción que tuvimos cuando todo era nuevo en la vida cristiana. Pero lo nuevo debe de cambiar a una profundidad que hace que nuestro primer amor sea más fuerte ¿Ama a Dios con el mismo fervor de cuando se convirtió?