“Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse.” Mateo 10:26

Algunos predicadores han utilizado este versículo para demostrar que todo lo que hacemos en lo secreto tiene que salir a la luz y ser descubierto, lamentablemente por más que quisieramos que esto cierto, no es así, el contexto del verso no se refiere a ello sino a que no hay ninguna doctrina celestial de salvación y de juicio que no haya de ser manifestada.