Tres Caminos Incorrectos

«!!Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré.» Judas 1:11

¡Ay de ellos!, es una pronunciación hiriente contra los apóstatas, que hacen de la libertad en Cristo un libertinaje.

La carrera de ellos se describe como una caída en picada una velocidad siempre en aumento. Primero, han seguido en el camino de Caín. Luego se lanzaron por lucro en el error de Balaam. Finalmente, perecieron en la rebelión de Coré. Vamos a analizar estos 3 caminos en forma más completa:

  1. Primer camino: El camino de Caín

Caín no era un incrédulo sino un creyente. La Biblia nos dice que él ofreció su ofrenda a Jehová; por lo tanto esto nos habla de que Caín, no sólo sabía que existía un Dios, sino que, a su manera, lo reconocía. Dice así la Escritura en Génesis 4: 3

“… Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová”

Aparentemente, Caín, era un hombre creyente que ofrecía sacrificios a Dios. A pesar de ser así, sabemos por la Escritura que su ofrenda no fue acepta: Y [Jehová] no miró con agrado a Caín ni a su ofrenda…” (Génesis 4: 5). No sólo no agradó a Jehová la ofrenda de Caín, sino que tampoco le agradó al Señor el propio Caín, no por quién él era, sino por lo que era: soberbio, envidioso, egoísta e iracundo.

Continuando en el contexto en Génesis 4:7 encontramos la siguiente declaración: “Si bien hicieres….” En sus Escrituras Coleccionadas, W. E. Vine da la siguiente explicación: “Probablemente la mejor traducción de Génesis 4:7 es ésta: Si bien hiciereis, ¿no serás aceptado? (Caín podría haberse ido para traer un sacrificio divinamente aceptable) y si no hiciereis bien (es decir, negándose a hacer la voluntad de Dios, lo que aún era posible para él), el pecado se acuesta a la puerta (es decir, el pecado del asesinato está como un animal listo para arrojarse sobre su víctima), pero tú deberás señorearte de él. En lugar de someterse y permitir que el pecado se enseñoreara de él, Caín debió haberlo sujetado. Sin embargo, despreció la advertencia de gracia y permitió que el pecado tuviera la ventaja, guiándolo a levantarse contra su hermano y matarlo. De manera que desde el principio hasta el fin, las obras de Caín eran malvadas”.

O sea en vez de hacer el bien, de hacer lo correcto, Caín hizo todo lo contrario. El apóstol Juan hablando a la iglesia del amor que debemos tenernos entre nosotros evoca el primer ejemplo registrado de un hombre que no amó a su hermano sino que lo asesinó demostrando con ello que era del maligno.

“No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas”.1 Juan 3:12

Amados, este es el camino de Caín, puede dar apariencia de religiosidad, sin embargo lo primero que trabaja en el  corazón, es la envidia, celos y disgusto familiar, no ama, no hace lo correcto y esto es contradictorio con lo que la Biblia enseña.

“Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros”. 1 Juan 3:11

  1. Segundo camino: el camino del lucro, el camino del error de Balaam

El error de Balaam es el deseo de enriquecerse personalmente transformando el servicio a Dios en un negocio. Balaam profesaba ser profeta de Dios, pero era codicioso, y estaba dispuesto a prostituir su don profético por dinero (Números 22-24). En cinco ocasiones Balac le pagó para que maldijera a Israel, pero fue refrenado a la fuerza por Dios. Muchas de las cosas que dijo eran verdaderas y hermosas, pero con todo no era más que un profeta mercenario. No pudo maldecir a los hombres de Israel, pero finalmente consiguió seducirlos al pecado con las hijas de Moab (Números 25:1-5).

Lo mismo que Balaam, los falsos maestros de la actualidad pululan por doquier, son zalameros y convincentes, son amantes del dinero, y de lo que se puede conseguir con él. Pueden hablar a la vez desde ambos lados de la boca. Suprimen la verdad a fin de buscar jugosas ofrendas que llevarse y aumentar sus ingresos, incitan al pueblo de Dios a “pactar con Dios”. Lo crucial es que son codiciosos, y que tratan de transformar la casa de Dios en casa de mercado.

La actual Cristiandad está leudada por el pecado de simonía. Si se pudiese eliminar el motivo del beneficio, mucho de lo que se considera como obra cristiana pararía en seco. C. A. Coates advierte: “El hombre es tan mezquino que hace de las cosas de Dios motivo de ganancia. El extremo de la mezquindad humana es que haga ganancia para sí mismo de las cosas de Dios. El Señor tiene un juicio específico sobre todo esto. Podemos ver cómo toda la Cristiandad está llena de esto, y hemos de vigilar por nosotros mismos, no sea que se introduzca este elemento”.

Pedro, habló de estos mercaderes de la fe cuando dijo:

“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras…………..y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas.” 2 Pedro 2:1-3

Luego añadió más adelante:

“Han dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el premio de la maldad” 2 Pedro 2:15

Lucrarse con el evangelio a modo de Balaam, es tropiezo para el pueblo de Dios y además el camino de la verdad es blasfemado por los que no conocen al Señor, pero lo más triste es que muchos siguen sus disoluciones

  1. Tercer camino: perecieron en la contradicción de Coré

“Coré hijo de Izhar hijo de Coat hijo de Leví, con Datán y Abiram hijos de Eliab, y On hijo de Pelet, descendientes de Rubén, tomaron gente y se levantaron contra Moisés con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, miembros del consejo, hombres de renombre. Se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: —¡Basta ya de vosotros! Toda la congregación, todos ellos son santos y en medio de ellos está Jehová. ¿Por qué, pues, os encumbráis vosotros sobre la congregación de Jehová?” (Números 16: 1-3)

Coré Junto con Datán y Abiram, se rebeló contra el caudillaje de Moisés y Aarón y quiso invadir el oficio sacerdotal. Con esto, estaba en realidad menospreciando al Señor. Por su insubordinación, fueron tragados vivos en un gran terremoto (Números 16: 27-35). Dios mostró con ello Su extremado desagrado contra la rebelión contra aquellos que Él ha establecido como Sus representantes.

Los falsos acaban pereciendo también, porque la rebelión lleva a la propia destrucción.

Vemos que, los falsos: son en esencia rebeldes.

“La rebeldía – como en el caso del mismo Satanás – es la consecuencia directa de la soberbia y del egoísmo, ese fue el caso de los de Coré, y de miles más de cristianos de nombre a lo largo de la historia de la Iglesia”

El error y la apostasía nunca son cosas estáticas. Conducen a la gente en tropel al precipicio, y luego los hacen saltar a la destrucción.

Estos caminos ilustran actitudes que son típicas de los falsos maestros: orgullo, egoísmo, desconfianza, avaricia, codicia de poder y menosprecio a la voluntad de Dios.

Un comentario en «Tres Caminos Incorrectos»

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