“No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” Hebreos 13:2
La palabra “Hospitalidad” se traduce del griego «filoxenía«, que significa literalmente “amor (afecto o bondad) a los extraños”.
Existen algunas palabras con raíces latinas que están estrechamente relacionadas como hospital, hospicio y hostal. En cada una de estas palabras, el significado principal se centra en un anfitrión que da la bienvenida y responde a las necesidades de las personas que se encuentran temporalmente ausentes de sus hogares.
La ley de Moisés prescribía mostrar amor y amabilidad a los extranjeros
“Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.” Levíticos 19:33-34
La manera actual de actuar entre los árabes es algo que recuerda las más antiguas formas de hospitalidad hebrea. Un viajero puede sentarse ante la puerta de alguien que le es perfectamente desconocido, hasta que el dueño de la casa le invite a cenar.
El rico malvado de Lucas 16:19-25 violó gravemente la ley de la hospitalidad.
El A.T. nos provee de muchos buenos ejemplos de hospitalidad
Uno pudiera hospedar ángeles sin saberlo (Hebreos13:2) como lo hizo Abraham (Génesis 18). Lot hospedó a los mismos ángeles (Hebreos19:4-9), ilustrando el extremo al cual pudiera conducir la protección de un extraño.
La provisión que la viuda de Sarepta hizo para Elías (1 Reyes 17.10ss) y que la Sunamita hizo para Eliseo (2 Reyes 4.8ss) fueron un reconocimiento del poder de Dios.
Sin duda Gayo tenía esa actitud correcta en su hospitalidad con los maestros que pasaban por su ciudad, ya que el apóstol Juan lo elogió:
“Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos, los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.” 3 Juan 1:5-16
Usted debe considerar cualquier oportunidad de brindar hospitalidad como un feliz privilegio y no como una carga, el N.T. contiene exhortaciones a favor de la hospitalidad.
“Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones” 1Pedro 4:9
“compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.” Romanos 12:13
“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.” 1Tesalonisenses 5:12-13
Algunos dicen que no pueden ser hospitalarias porque sus hogares no son lo bastante amplios o cómodos. Pero aun si usted tiene sólo una mesa y dos sillas en una habitación alquilada, hay personas que se van a sentir agradecidas al pasar un tiempo en su casa. ¿Hay visitantes en su iglesia a quienes pudiera darles alguna comida? ¿Conoce a personas solteras que disfrutarían de pasar una tarde conversando? ¿De alguna manera su hogar podría suplir las necesidades de los ministros itinerantes? Hospitalidad simplemente significa lograr que otras personas se sientan cómodas y en casa.
Me gusta, edificante, dios les bendiga y les siga usando.
gracias hermanos x estos estudios q amplian el entendimiento de ver y interpretar las escrituras no segun nuestto criterio.Dios los siga usando