“Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” Mateo 5:20
¿Cuánto debe superar nuestra justicia a la de los fariseos? O ¿de qué manera, o cómo debe superarla? Claramente se ve que la superioridad sobre la justicia de los fariseos a que aquí se hace referencia, es en la calidad y no en el grado; pues todas las Escrituras enseñan que la entrada al reino de Dios, ya sea en la época presente o en el futuro, depende, no del grado de nuestra excelencia en alguna cosa, sino solamente de tener el carácter mismo que Dios requiere. Nuestra justicia por lo tanto, si ha de contrastarse con la exterior y formal de los escribas y de los fariseos, debe ser interna, vital, espiritual. En realidad, algunos de los escribas y fariseos mismos podrían obtener la justicia que aquí se demanda; pero el Señor no habla de personas, sino del sistema que ellos representaban y enseñaban. La espiritualidad de la verdadera justicia, contrastada con la de los escribas y la de los fariseos es absoluta.