Buenas Noticias

No sé si alguno de ustedes les encanta recibir malas noticias, aunque puedes estar diciendo que no pero en la práctica sí que lo es, por ejemplo muchos de nosotros estamos habituados a ver, oír o leer las noticias y por lo general estas noticias son malas, las noticias que más venden son las noticias escandalosas que incluye muerte.

Las malas noticias nos enferman, nos deprimen, nos entristecen, Ud. puede ver en 2 Samuel 1: 1-16 a este amalecita portando su “buena noticia” hacia David. Las malas noticias también pueden matar de impresión, recordemos al sacerdote Eli y su nuera en 1 Samuel 4: 10-20.

Ahora, yéndonos a un plano más personal, lo mínimo que pide Dios es que le amemos a Él con todo nuestro ser y amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22: 37 – 39) ¿es esto una buena noticia?…¡NO!, porque por más que luche conmigo mismo, por más que me esfuerce no lograré amar a Dios como El me pide amarlo,  además me pide amar a mi prójimo, a la persona que me voltea la cara y que me mira mal, que habla mal de mí…eso me pide Dios y eso no es buena noticia para mí.

Pero quiero compartir con ustedes buenas noticias, esas buenas noticias que están en la Biblia, analicemos este verso:

“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,  diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.” Mar 1:14-15

En el verso leído, el evangelista empieza con una mala noticia: ¡Juan fue encarcelado! Pero luego dice que Jesús vino predicando el evangelio, ¿qué es el evangelio?

Hay una diferencia entre Evangelio, Evangelios y Evangelistas, Los Evangelios son 4 cartas que hablan del Evangelio, Los Evangelistas son personas que anuncian el Evangelio, ¿entonces qué es el evangelio?

Son buenas noticias, ¿oyó Ud. eso? ¿Qué sucede cuando tenemos buenas noticias? Nos Alegramos, nos gozamos, nos levanta el ánimo, nos regocijamos… ¿sabes qué significa la palabra REGOCIJO?

En Lucas 11:21 dice que Jesús se regocijó en el Espíritu… Si en vez de decir “Se Regocijó” dijéramos “se Alegró”, sería demasiado débil la magnitud de la expresión. Se regocijó quiere decir: “Que sintió un rapto de alegría en espíritu”: evidentemente dando expresión visible a sus emociones extraordinarias Cuando dice “en Espíritu”, quieren expresar al lector la profundidad de aquellas emociones.

Son raras las personas que no se alegran con una buena noticia. Recuerdo que estuve con un hermano predicando en un parque y mi compañero le explicaba a un tipo las buenas noticias de salvación, el tipo estuvo muy incómodo con esas buenas noticias.

Mi hijo entró al colegio y siempre tiene una excusa para atrasarse en escribir, este año entró a cuarto de primaria y cuando mi esposa va a recogerlo está como nerviosa por la incertidumbre de no saber si se portó bien y no se atrasó; luego ella me llama o yo la llamo y mi hijo me dice: Papá ¡Buenas noticias: No pegué a nadie y no me atrasé! Eso produce una inmensa alegría en nosotros que nos gozamos con mi esposa, los que son padres y hayan pasado este proceso podrán entenderme mejor.

Seguimos analizando un poco más el texto, Jesús dice: “El tiempo se ha cumplido”, hay dos palabras para tiempo que usaban los griegos, Cronos y Kairos, el Cronos es el tiempo cronológico de 24 horas, el Kairos es especial, irrumpe en un momento dado. Quizá nunca leíste algo similar a esto, quizá no sabías la existencia de esta buena noticia, hoy puede Jesús decirte, hoy es tu Kairos, es el tiempo de que me reconozcas y me tengas. Sabes, realmente el hombre nunca podrá amar a Dios ni a su prójimo como Dios pide si Jesús no está en él, Jesús fue el único ser en esta tierra en forma de hombre que cumplió con ese mandato, es por ello  nuestra necesidad de venir a Jesús.

Muchas veces en vez de llevar esta buena noticia a la gente llevamos malas noticias, predicamos superficialmente y atacamos la conducta del hombre, le decimos: ¡Eres un pecador, un miserable, eres la peor escoria de este mundo, irás al infierno!

Predicar así es comportarnos como los psicólogos mundanos, imaginemos al hombre como una planta que se está secando, la psicología hace experimentos con las ramas de la planta, con las hojas, hasta con el tallo, pero no logra tratar el problema verdadero, por más tratamiento que puede dar a lo visible, a lo exterior, la planta se va secándose cada vez más, sin embargo, la Biblia ataca directamente la raíz, encuentra un hormiguero y eliminada el hormiguero que estaba haciendo secar a la planta y luego abona la planta en la raíz y finalmente la planta mejora de aspecto, sus hojas tienen vida realmente, florece hermosamente.

No podemos estar atacando la conducta del hombre cuando realmente tiene un problema con la raíz, el pecado está enraizado en el corazón.

Debemos hablar de estas buenas Noticias al pecador, pero el evangelio no es solamente Buenas Noticias de Salvación para el pecador, sino también para los creyentes. El gran problema es que hemos encasillado el evangelio solo a “buenas noticias de salvación” para el pecador, cuando el evangelio es también buenas noticias de santificación para el creyente. El mismo mensaje del evangelio que salva a los pecadores, también santifica a los creyentes.

Comencemos con la Buena Noticia para el pecador:

Juan 1: 1 nos dice que en el principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios, en el 14 dice que el Verbo fue hecho carne, en 1 Timoteo 3:16 dice que Dios fue manifestado en carne, esto sin duda se refiere a la primera venida de Jesús ¿es esto buena noticia? ¿Termina aquí la buena noticia?

Juan 1:29  dice Juan el bautista que Jesús es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo ¿es esto buena noticia? ¿Termina aquí la buena noticia?

Isaías 53:6  dice: “… más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” ¿es esto buena noticia? ¿Termina aquí la buena noticia?

Juan 19:30 Jesús estando en la Cruz dijo: Consumado es e inclinó la cabeza, todo está pagado, nuestra deuda con Dios por causa del pecado fue suprimido por Cristo Jesús  ¿es esto buena noticia? ¿Termina aquí la buena noticia?

Hasta aquí hemos visto algunas buenas noticias de salvación para el pecador, pero ¿termina aquí las buenas noticias? ¿Termina aquí el evangelio?

Las Buenas Noticias significan que Jesús no sólo vivió la vida que nosotros debíamos vivir, él también murió la muerte que merecíamos morir. Sin embargo, las buenas nuevas tienen que ver aún más que con su nacimiento, su vida y su muerte.

El clímax de estas buenas nuevas es que no simplemente Jesús es el Salvador y Señor, sino que como Salvador y Señor ha hecho ciertas promesas a todo aquel que cree en Él y se somete a Él. Estas promesas del evangelio incluyen no solamente la promesa de Dios para salvarnos del castigo por nuestro pecado, sino también la promesa de Dios para salvarnos del poder dominante del pecado sobre nuestras vidas.

Salmo 103:3 El Salmista alaba a Dios por ambos beneficios cuando escribe: “Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias” Las buenas noticias no son únicamente que nuestra condición puede ser cambiada delante de Dios el Juez, sino que también nuestra naturaleza corrupta puede ser sanada por Dios el Doctor.

2 Corintios 3:18 dice: “Por tanto nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. Qué palabras más poderosas y a la vez, qué buenas noticias. Nos dice que al ver la Gloria del Señor somos transformados a Su misma imagen y somos transformados de un grado de gloria a otro, es decir, es un proceso en donde vamos creciendo en nuestra madurez espiritual. Esto es de lo que se encarga el Espíritu Santo de hacer en nuestras vidas, mientras contemplamos la gloria del Señor.

2 Corintios 2:14, tenemos una gran promesa en cuanto al evangelio. Dice: “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor (o la fragancia) de su conocimiento.”

Por lo tanto, el mensaje del evangelio debe ser visto no solamente como un mensaje de Buenas Noticias para la gente perdida para que sea salvada del castigo de sus pecados, sino también como un mensaje de Buenas Nuevas para la gente cristiana y que sea liberada del poder dominante de sus pecados y pueda vivir una vida victoriosa, una vida abundante.

Cuando estudiamos la Biblia o vamos a la iglesia, debemos salir de ella con un gozo extremo en nuestros corazones, porque seguiremos recibiendo Buenas Noticias de la palabra de Dios.

La meta del evangelio no es únicamente perdonarnos, sino cambiarnos en verdaderos adoradores de Dios y en auténticos amantes de la gente.