Las Escrituras hablan de la “asamblea” y la “congregación” de los ángeles (Salmo 89:5, 7, versión inglesa, en la versión española menciona “santos”), de su organización para batalla (Apocalipsis 12:7), y de un rey sobre los demonios-langosta (9:11). A ellos también se les da clasificaciones gubernamentales, lo que indica organización y rango (Efesios 3:10, ángeles buenos; y 6:12 ángeles malos). Sin duda Dios ha organizado los ángeles elegidos y Satanás ha organizado los ángeles malos.
Un punto práctico muy importante se desprende de esto. Los ángeles están organizados; los demonios están organizados; sin embargo, los cristianos, individualmente y en grupos, muchas veces piensan que no es necesario estar organizados. Esto es especialmente cierto en lo que se refiere a luchar contra el mal. Los creyentes algunas veces piensan que pueden “hacerlo solo” o esperar la victoria sin alguna preparación organizada y disciplina previa. También sucede igual en lo que toca a promover el bien. Los creyentes algunas veces pierden lo mejor porque no planean ni organizan sus buenas obras.
Es de notar el hecho de que al lado del nombre general «ángel», la Biblia usa ciertos nombres específicos para indicar diferentes clases de ángeles. El nombre «ángel», por medio del cual, generalmente, designamos los espíritus superiores, no es un nomen naturae en la Escritura, sino un nomen officii. La palabra hebrea marak simplemente significa mensajero, y sirve para designar a alguno, enviado por hombres, Job 1: 14; I Sam. 11: 3, o por Dios, Hageo 1: 13; Mal. 2: 7; 3: 1. El término griego aggelos también se aplica frecuentemente a los hombres, Mat. 11: 10; Marc. 1: 2; Luc. 7: 24; 9: 51; Gál. 4: 14. No hay en la Escritura un nombre general y distintivo para todos los Seres espirituales. Se les llama hijos de Dios, Job 1: 6; 2: 1; Sal 29: 1; 89: 6, espíritus, Heb. 1: 14, santos, Sal 89: 5, 7; Zac. 14:5; Dan 8: 13, vigilantes, Dan 4: 13, 17, 24. Sin embargo, hay varios nombres específicos que indican diferentes clases de ángeles.
1. Arcangel.
Solamente se clasifica a Miguel como el arcángel o ángel de alto rango (Judas 9; 1 Tesalonicenses 4:16). La Biblia no menciona a arcángeles en ningún otro lugar, aunque evidentemente existen otros ángeles de alto rango (Daniel 10:13), pero solamente un arcángel. Cuando Pablo dice que se oirá la voz del arcángel en el traslado de la iglesia, él no parece sentir la necesidad de nombrar a ese arcángel, lo cual corrobora la conclusión de que solamente hay uno.
En el Antiguo Testamento, Miguel aparece como el ángel guardián de Israel (Daniel 10:21; 12:1) quien ayudará a Israel particularmente durante el tiempo de gran tribulación aún por venir. El guía a los ejércitos angélicos del cielo contra Satanás y sus huestes de malignos (Apocalipsis 12:7). La referencia en Judas 9 a la disputa de Miguel sobre el cuerpo de Moisés, indica que Miguel tuvo algo que ver con el entierro de Moisés, que no tenía ningún poder en sí mismo para pronunciar un juicio sobre Satanás, y que él como criatura, aunque muy poderoso, tiene que depender del poder mayor de Dios.
2. Querubines .
Los querubines se mencionan repetidamente en la Escritura. Guardan la entrada al paraíso, Gen 3: 24, contemplan el propiciatorio, Ex 25: 18; Sal 80: 1; 99: 1; Is. 37: 16; Heb. 9: 5 y sostienen el carro en el que Dios desciende a la tierra, II Sam. 22: 11, Sal 18: 10. En Ezequiel 1 y en Apocalipsis 4, están representados en diversas formas como seres vivientes. Estas representaciones simbólicas sirven sencillamente para expresar su extraordinario poder y majestad. Más que otras criaturas fueron destinados los querubines para revelar el poder, la majestad, y la gloria de Dios, para resguardar la majestad de Dios en el Jardín de Edén, en el tabernáculo, en el templo y en el descenso de Dios a la tierra.
3. Serafines.
Una clase parecida de ángeles son los serafines que se mencionan solamente en Is. 6: 2, 6. También se les representa simbólicamente en forma humana, pero con seis alas, dos que cubren su faz, dos que cubren sus pies y dos para ejecutar rápidamente los mandatos del Señor. A diferencia de los querubines permanecen alrededor del trono como siervos del Rey Celestial, cantan sus alabanzas, y están siempre listos para ejecutar sus órdenes. En tanto que los querubines se muestran poderosos, los serafines deben reconocerse como los más nobles de todos los ángeles. Mientras los primeros resguardan la santidad de Dios, los segundos sirven a los fines de la reconciliación, y preparan a los hombres de esta manera para que se acerquen debidamente a Dios.
4. Principados, Poderes, Tronos y Dominios.
Además de los dos precedentes órdenes la Biblia habla de ciertas clases de ángeles, que ocupan puestos de autoridad en el mundo angelical, nombrándolos como archai y exousiai (principados y poderes), Ef. 3: 10; Col. 2: 10, thronoi (tronos), Col. 1: 16, kureotetoi (Dominios), Ef, Ef. 1: 21; Col. 1: 16, y dunameis (poderes), Ef. 1: 21, I Pedro 3: 22. Estas designaciones no indican diferentes clases de ángeles, sino simplemente diferencias de rango o de dignidad entre ellos.
a. Principados o autoridades. Estas palabras, usadas siete veces por Pablo, indican una orden de ángeles tanto buenos como malos que participan en el gobierno del universo (Romanos 8:38; Efesios 1:21; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10,15).
b. Poderes y señoríos. Esto probablemente enfatiza la autoridad sobrehumana de los ángeles y los demonios ejercida con relación a los asuntos del mundo (Efesios 1:21; 2:2; 3:10; 6:12; Colosenses 1:16; 2:10, 15; 1 Pedro 3:22).
c. Potestades. Esta palabra enfatiza el hecho de que los ángeles y los demonios tienen mayor poder que los humanos (2 Pedro 2:11). Véase Efesios 1:21 y 1 Pedro 3:22
d. Lugar de su dominio. En un pasaje de la Biblia los demonios se designan como los gobernadores de las tinieblas de este siglo (Efesios 6:12).
e. Tronos o dominios. Esta designación enfatiza la dignidad y la autoridad de los gobernadores angélicos en el uso que Dios hace de ellos en Su gobierno (Efesios 1:21; Colosenses 1:16; 2 Pedro 2:10; Judas 8).
5. Principales Príncipes
La frase (Daniel 10:13) que se refiere a un grupo de ángeles superiores, enfatiza el hecho de que existen rangos entre los ángeles. De este grupo de principales príncipes, Miguel es aparentemente el principal porque el es el arcángel. ***El apócrifo Libro de Enoc nombra a Miguel, Gabriel, Rafael, y Uriel como los cuatro ángeles principales dotados del privilegio de pararse alrededor del trono de Dios (9:1; 40:9). También enumera a siete ángeles como arcángeles (20:1–7, cf. Tobías 12:15).*** pero recordemos que estos son libros apócrifos y la información en ellos no es confiable como lo es la palabra de Dios, la información de estos libros podría ser solamente pensamientos de hombres.
Gabriel y Miguel.
A distinción de todos los otros ángeles a éstos dos se les menciona por nombre. Gabriel aparece en Dan 8: 16; 9: 21; Luc. 1: 19, 26. La gran mayoría de comentadores lo reconocen como un ángel creado pero algunos de ellos niegan que el nombre Gabriel sea nombre propio y lo consideran como nombre común, que significa hombre de Dios, un sinónirr o de ángel; pero esta es una posición insostenible. Algunos de los comentadores primitivos y otros de los más recientes ven en Gabriel un ser increado, y algunos hasta sugieren que debe ser la tercera persona de la Santa Trinidad, y que Miguel debe ser la segunda. Pero una simple lectura de los pasajes mencionados muestran la imposibilidad de esta interpretación. Gabriel puede ser uno de los siete ángeles que se dice que permanecen delante de Dios en Apoc. 8: 2 (compárese Luc. 1: 19). Parece que su tarea especial ha sido mediar en las revelaciones divinas e interpretarlas. El nombre Miguel (significa literalmente «¿quién es Dios?») ha sido interpretado como una designación de la segunda persona de la Trinidad. Pero esto no es más sostenible que la identificación de Gabriel con el Espíritu Santo. Miguel se menciona en Dan 10: 13, 21; Judas 9; Apoc. 12: 7. Atendiendo al hecho de que se le llama «el arcángel» en Judas 9, y a la expresión usada en Apoc. 12: 7 parecería que ocupa un sitio importante entre los ángeles. Los pasajes de Daniel también señalan el hecho de que Miguel es un príncipe entre los ángeles. Vemos en él al valiente guerrero que libra las batallas de Jehová en contra de los enemigos de Israel y de los malos poderes del mundo de los espíritus. No es imposible que el título «arcángel» también se aplique a Gabriel y a otros cuantos ángeles.
Fuentes:
– Luis Berkhof, Teología Sistemática.
– Basic Theology, Charles C. Ryrie, Copyright, Editorial Unilit, Miami, Fl. U.S.A. © 1993 All right reserved.