El gozo del Señor es mi Fortaleza

  • «…El gozo del Señor es mi fortaleza.» Nehemías 8:10

Todos nosotros vivimos momentos oscuros en nuestras vidas, momentos de dolor y sufrimiento, momentos dónde sientes que te encuentras en un túnel oscuro y tropiezas y te caes y no encuentras la salida, no encuentras ni una pizca de luz; es allí cuando el diablo te susurra ideas como que no eres hijo de Dios o nunca lo fuiste, mátate, tu vida no sirve para nada, nadie te ama, etc. Pero Dios en su misericordia no nos deja solos, siempre hay un hermano o hermana que está luchando en oración contigo, no estás solo o sola cuando cruzas ese valle de muerte, Dios siempre provee una ayuda más personal si quieres así llamarlo, es un ángel humano lo diría yo.

Claro que en esa angustia nos acercamos al trono y ponemos nuestras cargas en Dios y lloramos y lloramos, pero cuando terminamos de orar la angustia está parado a tu lado, no se ha ido y eso es espantosamente desesperante.

El versículo que se encuentra en Nehemías es un aliciente perfecto para ese tiempo de dolor y angustia, es bálsamo a nuestras almas y entenderlo nos da paz y descanso.

En el contexto, cuando el sacerdote Esdras leyó las palabras de la ley el pueblo lloró abiertamente cuando las escuchó y se dieron cuenta de lo lejos que estaban de obedecerlas. La lectura de la ley a la gente, había producido tristeza porque sus vidas no estaban alineadas con la ley de Dios. Pero en lugar de ser reprendidos y condenados, se les ordenó a celebrar ese día. El sacerdote Esdras pronunció estas palabras para dar aliento al pueblo y que en medio de sus dificultades recordarles la importancia de su relación con Dios

“Nuestro conocimiento de nuestro pecado nunca debe ser más grande que nuestro conocimiento de Jesús como nuestro salvador. Somos grandes pecadores, pero Él es un salvador más grande”. (David Guzik’s)

Esta frase lleva algunas implicancias importantes que nos ayudan a ver la otra cara de la moneda cuando estamos cruzando ese valle de sombra, desolación, angustia y muerte.

En primer lugar, la frase “El gozo del Señor” en este contexto, se refiere a la alegría y la satisfacción espiritual que proviene de tener una relación con Dios y de seguir sus enseñanzas. Es la felicidad que se experimenta al vivir en armonía con los principios y mandamientos divinos.

En segundo lugar “La fortaleza” es espiritual, está diciendo que nuestra confianza y nuestra fuerza provienen de nuestra relación con Dios. En otras palabras, cuando se encuentran en situaciones difíciles o desafiantes, su capacidad para sobrellevarlas y seguir adelante se basa en su fe y en la alegría que encuentran en Dios.

En resumen, esta frase es una declaración de dependencia en Dios y una afirmación de que la alegría y la relación con Dios proporcionan la fuerza espiritual necesaria para enfrentar las adversidades y superar los obstáculos en la vida. Es un recordatorio de la importancia de la fe y la conexión espiritual como fuentes de fortaleza en momentos difíciles.

“El gozo del Señor es nuestra fortaleza”, se completa cuando aceptamos Su provisión de justicia (Jesús) por la gracia que nos reúne para que podemos disfrutar de su presencia.

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