La referencia al «canto del gallo» en el contexto de la negación de Pedro se encuentra en los cuatro evangelios del Nuevo Testamento: Mateo 26:34, Marcos 14:30, Lucas 22:34 y Juan 13:38. Jesús le dice a Pedro que antes de que cante el gallo, lo negará tres veces.
Hay una interpretación que sugiere que el «canto del gallo» no se refería al canto de un gallo literal, sino al anuncio de un guardia romano (gallicinium) que marcaba el cambio de turno durante la noche. Este cambio de guardia ocurría alrededor de las 3 de la madrugada, y el término «gallicinium» efectivamente se refería al tercer cambio de guardia nocturna, aproximadamente entre las 3 y las 6 de la mañana. Sin embargo, esta interpretación no es ampliamente aceptada ni respaldada por la evidencia histórica o los textos bíblicos.
La mayoría de los estudiosos y tradiciones cristianas entienden el «canto del gallo» de manera literal, refiriéndose al sonido del gallo que canta al amanecer. Aquí hay algunas consideraciones clave:
- Contexto Cultural y Agrícola: En la Palestina del primer siglo, el canto del gallo era un fenómeno común y conocido. Los gallos suelen cantar al amanecer, marcando el inicio de un nuevo día, lo cual habría sido un marcador temporal familiar para las personas de esa época.
- Textos Bíblicos: Los evangelios utilizan el término «gallo» (griego: «alektor») que literalmente se traduce como el ave de corral. No hay indicios textuales en los evangelios que sugieran que el «gallo» sea otra cosa que un gallo literal.
- Tradición Interpretativa: La tradición interpretativa y exegética de la Iglesia a lo largo de los siglos ha entendido el «canto del gallo» en su sentido literal. Esta interpretación se ha mantenido constante en la teología cristiana y en las enseñanzas de la Iglesia.
- Evidencia Histórica: No hay evidencia histórica sólida que respalde la teoría de que el «canto del gallo» se refiriera a una señal militar romana. Los registros históricos y los textos bíblicos no apoyan esta interpretación.
En el relato de la negación de Pedro, el canto del gallo actúa como un cumplimiento de la profecía de Jesús y como un recordatorio para Pedro de su promesa fallida de no negar a su maestro. Pedro escucha el canto del gallo y recuerda las palabras de Jesús, lo que lo lleva a un profundo arrepentimiento y tristeza (Mateo 26:75, Marcos 14:72, Lucas 22:61-62).
En resumen, la interpretación más aceptada y respaldada por la evidencia textual y la tradición es que el «canto del gallo» se refiere al sonido literal de un gallo cantando al amanecer. La teoría de que se trataba de un anuncio militar carece de respaldo histórico y textual sólido. El relato subraya la humanidad de Pedro y la necesidad de la gracia y el perdón divinos, al tiempo que destaca la precisión y el cumplimiento de las palabras de Jesús.