El Feminismo

El feminismo ha sido uno de los movimientos sociales más influyentes de los últimos siglos. Desde sus inicios, ha buscado reivindicar derechos para la mujer en distintos ámbitos de la sociedad. Sin embargo, su evolución ha llevado a posturas que desafían principios fundamentales del diseño divino para la humanidad.

El feminismo en sus distintas etapas

El feminismo ha pasado por varias fases:

  • Primera ola (siglo XIX – principios del XX): Luchó por derechos básicos como el voto femenino y la educación.
  • Segunda ola (décadas de 1960-1980): Demandó igualdad en el trabajo y en la familia.
  • Tercera ola (1990 en adelante): Introdujo conceptos como la ideología de género y el empoderamiento radical.
  • Cuarta ola (actualidad): Se enfoca en el activismo digital y la deconstrucción del patriarcado.

A pesar de sus contribuciones en algunos ámbitos, el feminismo moderno ha adoptado posturas que contradicen los principios bíblicos, promoviendo ideologías que rechazan el diseño divino de la familia y la autoridad establecida por Dios.

La enseñanza bíblica sobre el rol de la mujer

Desde el principio, la Biblia deja claro que el hombre y la mujer fueron creados con igual dignidad, pero con roles distintos.

«Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.» (Génesis 1:27).

La igualdad ante Dios es evidente, pero también lo es la estructura de autoridad establecida en la familia y la iglesia:

«Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.» (Efesios 5:22-23).

Este diseño divino no busca inferiorizar a la mujer, sino que establece un orden basado en el amor y la responsabilidad mutua.

Las contradicciones del feminismo moderno con la Biblia

1. El rechazo a la autoridad masculina

El feminismo radical sostiene que la mujer no debe estar sujeta a ninguna figura masculina, lo cual entra en conflicto con el modelo bíblico de liderazgo en la familia y en la iglesia.

«Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán fue formado primero, después Eva.» (1 Timoteo 2:12-13).

2. La promoción del aborto como un derecho

El aborto es promovido como parte de la autonomía de la mujer sobre su cuerpo, pero la Biblia condena el derramamiento de sangre inocente:

«No matarás.» (Exodo 20:13).
«Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.» (Salmo 139:13).

Dios es el dador de la vida, y nadie tiene derecho a quitarla.

3. La negación del diseño biológico

El feminismo moderno apoya la ideología de género, argumentando que el sexo biológico no define la identidad de una persona. Sin embargo, la Escritura es clara:

«Varón y hembra los creó.» (Génesis 1:27).

4. La distorsión del papel de la mujer

Mientras que la Biblia exalta la maternidad y la importancia de la mujer en el hogar, el feminismo la ve como una carga y opresión:

«Los hijos son herencia de Jehová; cosa de estima el fruto del vientre.» (Salmo 127:3).
«Las ancianas enseñen a las jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.» (Tito 2:4-5).

El feminismo dentro de la iglesia

El pensamiento feminista también ha influenciado a muchas iglesias, promoviendo la ordenación de pastoras y la reinterpretación de la Biblia para justificar su liderazgo eclesiástico. Sin embargo, la Escritura es clara en cuanto a que el pastorado es un rol para varones que cumplan ciertos requisitos:

«Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar.» (1 Timoteo 3:1-2).

El hecho de que hoy existan pastoras en muchas congregaciones es un reflejo de la influencia de ideologías seculares dentro de la iglesia, lo cual ha llevado a una reinterpretación de los textos bíblicos para ajustarlos a los valores modernos. Sin embargo, los creyentes están llamados a permanecer fieles a la Palabra de Dios por encima de las tendencias culturales:

«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» (Romanos 12:2).

Conclusión

El feminismo moderno se ha apartado de la lucha por la justicia y ha adoptado una postura que contradice el diseño de Dios. Mientras que la Biblia reconoce el valor y dignidad de la mujer, también establece un orden divino que no puede ser ignorado. En lugar de aceptar filosofías humanas, los creyentes deben volver a la Escritura como la fuente de verdad absoluta:

«Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.» (Salmo 119:105).

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll al inicio