Albert Benjamin Simpson, un pastor canadiense y fundador de la Alianza Cristiana y Misionera, articuló el «Evangelio Cuádruple» en una serie de sermones en 1887. Este concepto se convirtió en una doctrina central para el movimiento que lideró, enfatizando una visión global del evangelio que cubre múltiples aspectos de la vida cristiana.
Los Cuatro Aspectos del Evangelio Cuádruple
- Jesucristo como Salvador: Este aspecto subraya la doctrina central del cristianismo de la salvación a través de la muerte expiatoria de Jesucristo y su resurrección, ofreciendo perdón de pecados y reconciliación con Dios a todos los que creen.
- Jesucristo como Sanador: Simpson destacó la importancia de la sanidad divina, una creencia en que Jesucristo no solo salva del pecado, sino que también tiene el poder de sanar físicamente a los creyentes en el presente, lo cual era una enseñanza novedosa y distintiva en su tiempo.
- Jesucristo como Santificador: Este aspecto enfoca la obra del Espíritu Santo en la vida del creyente, purificando y apartando al individuo para una vida de santidad y servicio a Dios, basada en la obra redentora de Cristo.
- Jesucristo como Rey Venidero: Finalmente, el Evangelio Cuádruple afirma la esperanza escatológica de los cristianos en el regreso glorioso de Jesucristo, quien establecerá su reino definitivo y restaurará todas las cosas.
El logotipo de la Alianza Cristiana y Misionera representa estos cuatro aspectos fundamentales del Evangelio Cuádruple.

Impacto y Legado
El Evangelio Cuádruple no solo influenció al Movimiento de la Alianza Cristiana y Misionera, sino que también tuvo un impacto significativo en el desarrollo del pensamiento pentecostal y carismático, particularmente con respecto a las enseñanzas sobre la sanidad divina y la santidad.
Este enfoque integral ha ayudado a moldear una visión del cristianismo que es vibrante y práctica, enfocada tanto en las necesidades presentes del creyente como en la promesa futura del retorno de Cristo. A.B. Simpson fue pionero en promover un entendimiento del evangelio que vincula estrechamente la fe con la vida diaria y las expectativas escatológicas, dejando un legado duradero dentro del evangelicalismo.